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Todos hemos visto cómo al trasladar nuestra vida social a las redes sociales, hemos trasladado también nuestra vida política. Y así como organizamos un cumpleaños en un grupo de Facebook, miles de personas alrededor del mundo organizan protestas para todo tipo de causas, pero sobre todo, ha sido una herramienta muy útil para personas que luchan contra gobiernos autocráticos.

La primera vez que escuchamos de este fenómeno fue en la Primavera Árabe. Durante las protestas en 2011 y 2012, las redes sociales, especialmente Facebook, fueron utilizadas para compartir información, organizar protestas y compartir imágenes con el resto del mundo sobre lo que estaba sucediendo en sus países. La respuesta de los regímenes fue bloquear el acceso a varios sitios de internet, y en el caso de Egipto y Libia “apagaron” por completo internet durante los momentos más críticos de las protestas.

A casi 10 años de la Primavera Árabe, seguimos protestando contra gobiernos autocráticos en todo el mundo. Pero contamos con más y mejores herramientas tecnológicas. A continuación, menciono dos ejemplos que están al alcance de todos y que no necesitan de un hacker experto:

Apps: el movimiento Black Lives Matter, las protestas en Hong Kong contra el gobierno y las protestas en Bielorusia tienen en común una app: Telegram. A través de esta app de chat, los protestantes se ponen de acuerdo para realizar manifestaciones, comparten información, videos y evidencia sobre abusos de la autoridad. ¿Por qué?, porque Telegram ha logrado demostrar que es segura y privada. 

Las apps de chat que utilizamos, como Whatsapp o WeChat, ofrecen “mensaje cifrado de punta a punta” es decir, que tu conversación es privada e indescifrable para cualquier persona fuera de ese chat, incluidos los dueños de la app. Se supone. Sin embargo, estas dos aplicaciones, aunque son las más usadas en el mundo, pertenecen a compañías más grandes -WhatsApp a Facebook y WeChat a Tencent- lo que nos hace dudar si no existe la posibilidad de hacer un match entre tu perfil en su red social, los anuncios que has visitado, tus amigos y tu chat personal.

Por otro lado, Telegram, creada por los hermanos rusos Pavel y Nikolai Durov, utiliza un método de encriptación propio y, lo más importante: no es una app creada para generar ingresos. Hasta el momento, Telegram ha sido financiada por Pavel Durov con la fortuna que generó al desarrollar el Facebook ruso: Kontakte. Durov es famoso por sus posicionamientos políticos y por haber salido casi huyendo de Rusia en 2014 porque aliados del gobierno de Putin tomaron la junta directiva de su empresa. Actualmente es ciudadano de San Cristóbal y Nieves, una isla del Caribe.

El caso más reciente de uso de Telegram es en las protestas en Bielorusia. Desde el 9 de agosto, las personas han tomado las calles exigiendo democracia después de un supuesto fraude electoral por el único presidente que han tenido desde la caída de la Unión Soviética: Alexander Lukashenko. Rápidamente Telegram se convirtió en la app más descargada en el país y todo parece indicar que las protestas no terminarán pronto.

Formatos: en China algunos disidentes, académicos, o simplemente curiosos que quieren conocer sobre la política de su propio país, han encontrado un formato que ha logrado burlar los algoritmos de censura del Partido Comunista: el podcast. El formato de audio de este tipo ha permitido dar a conocer historias y opiniones que en los medios tradicionales chinos hubiera sido imposible debido a la censura. Por ejemplo, en un podcast popular sobre cultura pop, se habló sobre la política de un solo hijo. El programa se hizo viral y fue censurado ya cuando miles de personas lo habían escuchado.

Las ventajas del podcast son que puedes escucharlo en cualquier momento, incluso mientras realizas otra tarea, esto es especialmente útil para trabajadores chinos que tienen turnos de 11 horas en trabajos manuales. Pero la principal ventaja, y razón por la cual los creadores de podcast han logrado escapar a los algoritmos de censura, es porque en audio puedes decir algo sin realmente llamarlo por su nombre. Hasta el momento, no conocemos un algoritmo capaz de detectar las indirectas, pero estoy segura que ya se está trabajando en crear uno.

Y mientras miles de personas trabajan y arriesgan su vida para obtener libertad y democracia en sus países, de la misma forma y por los mismo canales, grupos terroristas reclutan personas, organizan ataques y trafican información. Sin embargo, esto sucede con todas las herramientas, y mientras vivamos en la era digital tendremos que vivir con ese riesgo.

Para más ideas inconexas, en @YeyiCapdeville