Compartir la nota por:

Las familias de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas calificaron la mina de arena abandonada del ejido de Mixtlalcingo, en Yecapixtla como “el horror”, “un campo de exterminio”, pues lo que comenzó con tres hallazgos, se ha convertido en un panteón clandestino.

Yadira González, de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, advirtió que lo que se está encontrando en el predio en Yecapixtla es “el horror” en Morelos, “un campo de exterminio”, adjudicado al crimen organizado, el más grande después de los hallazgos en las fosas del gobierno de Graco Ramírez, en Tetelcingo y Jojutla.

Se trata de un predio de unos mil metros que se encuentra entre un monte de arena y la barranca del Salado, en el que hay varias intervenciones para colocar cuerpos, algunos desde hace unos 10 años, según la revisión de imágenes de satélite que reportan el cambio de suelo y que las propias familias han revisado y que citaron en distintas entrevistas.

Las intervenciones de la Brigada iniciaron el lunes pasado en la esquina noroeste a las faldas de un cerro raspado para extraer arena. Ahí se encuentran cuerpos de hace unos cinco años, mientras que en la esquina suroeste se trabajo desde ayer martes y hoy miércoles, con la excavación de zanjas de 80 centímetros de ancho, 10 metros de largo y más de tres metros de profundidad.

En esas zanjas se encontraron este miércoles restos humanos en una zona de unos 200 metros huesos fémur, un cráneo, además de otros indicios, mismos que fueron visibles pero también fueron confirmados por los pares caninos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos y sus homólogos de la Guardia Nacional.

Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia, la misma que eludió su responsabilidad y dejó sin custodia los primeros restos descubiertos el lunes, comenzó su trabajo de intervención en las cinco fosas descubiertas en la esquina sureste, donde de hecho encontró una osamenta conformada por un cráneo, varios restos de las costillas, los huesos de las piernas, entre otros.

Pero no quedó ahí. A las 6 de la tarde, unas mujeres de la Brigada que buscaban un lugar para poder ir al baño localizaron una construcción a poco menos de un kilómetro de la mina de arena, a un costado de unos cultivos de sorgo, en donde se encontraron varios lugares donde la tierra habría sido removida hace poco tiempo, además, se encontraron sobre la superficie huesos calcáneos de un pie humano.

Esto movilizó a toda la brigada y a las autoridades presentes, el fiscal de desapariciones del estado, Alejandro Cornejo y el titular de la representación de la Secretaría de Gobernación Carlos Brito. El lugar, según afirmó el fiscal, fue asegurado por la Fiscalía hace unos dos meses, pues se encontraron cuatro cuerpos y fueron levantados. “Cuando decidimos confiar en la Fiscalía, que pensamos que harán bien su trabajo, encontramos un lugar que fue intervenido, pero que no lo fue de la forma correcta”, dijo Yadira González, una de las integrantes de la Brigada. Y es que a pesar de que hace dos meses los peritos de Morelos estuvieron ahí, no concluyeron el trabajo.

Vecinos del lugar, que pidieron guardar el anonimato, calificaron el lugar como “caliente”, y lo que ocurrió del descubrimiento de otro lugar a menos de un kilómetro donde hay restos humanos, confirma que es un lugar activo por parte de grupos del crimen. Además, frente al lugar donde se encontraron más restos, hay una construcción sin ventanas en donde se encontraban cuatro hombres y al menos dos de ellos vigilaban las acciones de la Brigada con vinoculares. La casa se encuentra a un kilómetro en línea recta, aunque para llegar se necesita bajar a la barranca El Salado y luego subir la siguiente colina.

Este jueves continuará la búsqueda en campo en el municipio de Huitzilac, donde han ocurrido linchamientos y presencia de grupos armados, calificado como uno de los más violentos de la entidad, ubicado al norte del estado.