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Transición epidemiológica - Foto: EFE/Carlos Ramírez

Repensar cómo entendemos la salud y la enfermedad en México

Se reflexiona sobre algunas implicaciones de las políticas en salud basadas en la teoría de la transición epidemiológica

Por: Ignacio García Madrid, Visitas: 8567

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La teoría de la transición epidemiológica se refiere cambios a largo plazo en las causas de enfermedad y muerte en poblaciones que pasan del subdesarrollo al desarrollo. Esta teoría observa en el subdesarrollo: fecundidad y mortalidad elevadas, baja esperanza de vida y enfermedades infecciosas como principal causa de muerte. En el desarrollo mejoran en general las condiciones de salud: disminuyen la mortalidad y la fecundidad, se incrementa la esperanza de vida y la principal causa de muerte son las enfermedades no transmisibles. Esta teoría ya había sido seriamente cuestionada.1Con el repunte de sarampión en países de altos ingresos y la pandemia de COVID-19 se confirmó la necesidad de reformular dicha teoría.

El INEGI reportó que en México, de enero a junio de 2024 murieron 417,408 personas, lo que representó un aumento del 3.1 % (12,683 muertes más) en comparación con el mismo periodo de 2023. Del total de defunciones registradas, 398,615 ocurrieron en 2024 y 18,793 (el 4.5%) en años anteriores. Las tres principales causas de fallecimiento fueron enfermedades no transmisibles: del corazón 100,710 muertes, diabetes 57,986 muertes y cáncer 47,439 muertes. Además, accidentes, influenza, neumonía y enfermedades hepáticas también figuraron entre las causas comunes de muerte. Morelos arrojó la tasa más alta de defunciones registradas por cada 100 mil habitantes, con 377 muertes, seguido de Chihuahua con 371 muertos y Quintana Roo con 362 muertos. El estado con menos defunciones en el periodo estudiado fue Guerrero, con 214 muertos.2

La encuesta también refleja importantes diferencias de género, ya que el 55.6 % de defunciones correspondieron a hombres y 44.3 % a mujeres (en un 0.1 % no se especificó el sexo de la persona). Los homicidios, sobre todo entre hombres, se mantienen como una causa importante de muerte en México. En los decesos por accidentes también hubo una importante diferencia por sexo: 15,460 hombres y 4,355 mujeres. En enfermedades del hígado: 14,499 hombres y 5,680 mujeres. En general, las muertes aumentaron con la edad, especialmente a partir de los 45 años.2

Durante décadas, la teoría de la transición epidemiológica dominó el pensamiento sobre la salud en México. Según esta teoría, al avanzar en el desarrollo económico y tecnológico, las sociedades dejarían atrás infecciones, desnutrición y otras enfermedades propias de la pobreza, enfrentando en su lugar enfermedades crónicas como cáncer y diabetes. En la actualidad, esta visión resulta demasiado simplista, dada la convivencia de enfermedades infecciosas aún no resueltas con nuevas enfermedades crónicas. El repunte de sarampión y la pandemia de COVID-19 por un virus rompen la narrativa del “progreso lineal” en salud a nivel global.

El artículo “Apuntes para repensar la teoría de la transición epidemiológica y su importancia para el diseño de políticas públicas” (2009)1 señala que la salud no puede entenderse solo desde lo médico o lo biológico, sino que está profundamente influida por factores sociales, históricos y económicos. Por ejemplo, mejoras en el acceso al agua potable, alimentación y saneamiento han tenido más impacto en la salud que muchos avances biomédicos. El artículo también llama la atención sobre los nuevos desafíos demográficos en México, como el envejecimiento: vivimos más años pero padeciendo enfermedades crónicas [y discapacidades]. Y ¿qué hay de la violencia o de los accidentes que causan enfermedad, discapacidad y muerte? Este contexto presiona cada vez más a un sistema de salud enfocado en curar, en vez de prevenir.

La pandemia de COVID-19 reforzó las críticas a la teoría de la transición epidemiológica que el artículo ya comentado planteó en 2009. La irrupción global de una nueva enfermedad viral demostró que ni las sociedades más desarrolladas están exentas de infecciones de gran impacto. La COVID-19 también evidenció las profundas desigualdades sociales y económicas que condicionan quién accede a vacunas, quién enferma, quién puede recibir atención médica, quién cuida, quién muere, y… ¿quién cuida a las/los que cuidan?

El fracaso de la teoría de la transición epidemiológica también permite ver el fracaso de las promesas de bienestar para todo el mundo del desarrollo capitalista. “Apuntes para repensar la teoría de la transición epidemiológica…” propone una mirada más amplia, histórica y social de la salud.3 Esto implica una política que no solo construya hospitales, sino que atienda las causas económicas y culturales de la enfermedad y la discapacidad, priorizando la prevención, la calidad de vida y la gobernanza en el cuidado.

Fuentes

1INAPAM. S/f. Transición epidemiológica y salud pública. Gobierno de México. https://www.gob.mx/inapam/articulos/transicion-epidemiologica-y-salud-publica

2INEGI. 2025. Estadísticas de Defunciones Registradas. Comunicado de prensa 3/25. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2025/edr/edr2024_en-jun.pdf

3 González González, Norma y Ángeles Constantino, Martha Isabel. 2009. Apuntes para repensar la teoría de la transición epidemiológica y su importancia para el diseño de políticas públicas. Espacios Públicos, 12(25): 151-162.

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