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Dos escritores japoneses han ganado el Premio Nobel de Literatura. El primero es Yasunari Kawabata, en 1968, autor de País de nieve y de La casa de las bellas durmientes, novela en la que se inspiró Gabo para escribir Memorias de mis putas tristes. El segundo fue Kensaburo Oe, quien ganó en 1994.

En su novela Una cuestión personal, a Bird, el personaje principal, le informan, después del nacimiento de su primer hijo, que tiene una severa hidrocefalia y que tendrá discapacidad mental. Si lo desconecta en las próximas 72 horas morirá, pero si no lo hace el padre tendrá que hacerse cargo de él. Bird sufre lo indecible durante esas horas, tan largas como el Infierno. Decide no desconectarlo y afrontar lo que venga.

Era la historia real de Oe. Su hijo Hikari, efectivamente, nació con discapacidad, pero es un compositor notable. Pueden oír sus obras en Hikari Oe, en YouTube. Una cuestión personal, sobre todo, y otras obras suyas que también giran en torno a ser padre, lo hicieron merecedor del Premio Nobel.

Ahora viene lo bueno: fueron juntos a recibir el Premio. Él le dio la vida por segunda vez; él le regaló a cambio el Premio Nobel de Literatura. Conmovedor. Felicidades a todos los padres y a las madres e hijos que nos dieron esa condición.