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La ilusión del caníbal: "No bromea aquel que confiesa: / "Me la comería a besos". / Si pudiera, la engulliría toda / como la boa del diminuto príncipe, / como la tierra ávida / absorbe la lluvia en el desierto. / El beso es una mordida extraviada, / un tímido devoramiento / en una danza de lenguas excitadas. (...) Para cumplir con su cometido, / los que se besan / deben consumirse mutuamente, / a plazos pero sin pausa, / con insaciable pasión antropófaga, / deglutirse con paciente ternura / hasta el último hueso, / y separarse como si ya no fueran uno, / para volverse a devorar / en el banquete próximo".

Este poema es del poeta, narrador y crítico Guillermo Vega Zaragoza. Pertenece a su libro Poemas para ablandar a las rocas. Mi editorial El tapiz del unicornio le publicó La tertulia, un ramillete de ensayos en el que analiza con lucidez y un profundo conocimiento a Martín Luis Guzmán, Elena Garro, Carlos Fuentes, Juan García Ponce, Elena Poniatowska y Aguilar Camín, entre otros. Un libro estupendo.

La salud de Guillermo ha estado quebrantada los últimos meses. Con ánimo indomable y un poco de buena fortuna, cada vez está mejor y pronto estará como nuevo. ¡Salud, Guillermo! (en los dos sentidos). Un abrazo desde El ensayo de hoy de tu editor, amigo y lector.