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El discurso de Gabo al recibir el Nobel comienza así: "Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara”.

Acaba de descubrirse un escrito del grumete Martín de Ayamonte, que estaba en el barco que encabezaba Magallanes y cuya estafeta tomó Elcano. Señala el marino desertor que la tripulación del Victoria quería regresar a España, pero, dice Tomás Mazón, el investigador que descubrió el manuscrito: "Frente a la opinión de sus oficiales, Elcano se alejó de las costas, tomando rumbo sur; porque entendió el ciclo de los monzones, lo que permitió que diese la vuelta al mundo. Si hubiese aceptado la opinión de la mayoría, el viaje habría fracasado".

Más allá de la anécdota, de por sí interesante, el descubrimiento de nuevos materiales permite entender un hecho histórico, ampliarlo o inclusive cambiar la narrativa aceptada durante siglos. ¿Qué textos se descubrirán dentro de tres o cuatro siglos que les permitirán a los investigadores del futuro describir nuestro tiempo desde una perspectiva distinta de la nuestra?