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Para leer en la centena: Premios Nobel de LIteratura polacos

Durante 120 días compartiré con mis amigos textos y reflexiones, no solamente literarios. Lo haré con la convicción de que la literatura y el debate inteligente son antídotos contra el tedio, la ansiedad y el catastrofismo

Por: José Antonio Lugo, Visitas: 840

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En 1905 ganó el Premio Nobel de Literatura Henrik Sienkiewicz, autor de la famosa novela Quo Vadis, que cuenta la historia de un sobrino de Petronio que se enamora de una mujer cristiana. La novela relata la persecución romana a una secta peligrosa, que se fue convirtiendo desde entonces en la religión más importante de Occidente.

En 1924 ganó Ladislao Reymont, autor de la novela Los Campesinos, que leí en el CUM, mi prepa, y que volví a leer años después. En cuatro partes, Primavera, Verano, Otoño e Invierno, narra la vida en un pueblo polaco y como el hombre más rico del pueblo, ya medio viejo, desposa a la mujer más hermosa y exuberante. Ya pueden imaginarse: pasión, adulterio, tragedia. La vieja fórmula.

El poeta Czeslaw Milosz recibió el Premio Nobel de Literatura en 1980. Durante la Segunda Guerra Mundial permaneció en Varsovia. Se quedó unos años más, hasta que le resultó intolerable el régimen proruso. Emigró a Francia y luego a Estados Unidos. Un poeta desencantado, testigo del horror y del lado oscuro. Escribió: "Y cuando los años cambiaron mi sangre / y mil sistemas planetarios nacieron y se apagaron en mi cuerpo. / Estoy sentado aquí, poeta astuto y enfadado, / con los ojos entornados maliciosamente / Y pensando, la pluma en mi mano / medito la venganza".

En 1996 ganó Wislawa Szymborzka, también poeta: "Todo, perdóname si no estoy en todas partes. / Me disculpo frente a todo por mi incapacidad de ser / cada uno o cada una. / Sé que mientras vivo, nada me justifica. / pues yo misma soy mi propio obstáculo. / Lenguaje, no me tomes a mal / por servirme de tus patéticas palabras / y luego empeñarme en que parezcan ligeras".

Hace unos meses se anunció el Premio Nobel 2018 para Olga Tokarczuk , autora de dos libros magníficos traducidos al español: la novela Sobre los huesos de los muertos y Los errantes, una especie de diario filosófico y narrativo.

En su discurso al recibir el Premio Nobel, afirmó: "La avaricia, la falta de respeto a la naturaleza, el egoísmo, la falta de imaginación, la rivalidad interminable y la falta de responsabilidad han reducido al mundo al estado de un objeto que se puede cortar en pedazos, agotar y destruir. Por eso creo que debo contar historias como si el mundo fuera una entidad viva y única, formándose constantemente ante nuestros ojos, y como si fuéramos una parte pequeña y al mismo tiempo poderosa de él".

Tiene razón. Somos una parte pequeña del mundo. Una parte poderosa, también. Hagamos cada quien nuestra parte, mientras nos seguimos cuidando. Y lean los libros que tenemos disponibles de Tokarczuk. Son una maravilla.

 

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