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Al filo de las 14:30 horas de este viernes, Uriel Carmona Gándara, fiscal de Morelos, decidió salir de su casa y abrir la puerta que da a la calle Copalhuacán, en el poblado de Amatitlán, en Cuernavaca, para entregarse voluntariamente a las autoridades de la Fiscalía de la Ciudad de México, luego de más de cuatro horas de asedio por parte de elementos de la Policía Morelos y la Marina Armada de México.

El funcionario que se la pasó de entrevista en entrevista con medios de comunicación de la capital del país, salió con su acostumbrado traje, apesadumbrado y acompañado de un “familiar” que estuvo con él hasta el final. Ya en el portón, abrió la puerta y de inmediato se introdujo un agente del Ministerio Público de la capital del país, quien se identificó y luego le mostró la orden de aprehensión y la orden de cateo, le dijo los delitos.

En algún momento se introdujeron al domicilio dos elementos de la unidad de Operaciones Especiales de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de Morelos, a lo que Carmona Gándara de inmediato les pidió salir. Durante algunos minutos, el MP de la Ciudad de México le muestra los documentos. Carmona pide una copia y se le entrega. El MP de la Ciudad de México por momentos parece suplicarle al fiscal, se muestra afable e incluso risueño por momentos.

Luego el también notario de Cuernavaca le pide al funcionario capitalino que le diga qué sigue. El MP le informa que serán los elementos de la CES quienes lo van a detener y trasladar a sus instalaciones para ser certificado por un médico legista y que después de ahí sería trasladado a la Ciudad de México para ser presentado ante un juez de Control que certifique que la detención fue legal.

Carmona Gándara pidió saber quién venía al frente de la CES. De inmediato se introdujo un elemento. Carmona lo llamó “compañero” y luego le pidió que le asegurara que no se iban a meter a su casa, que su casa quedaría a salvo. A lo que el policía esbozado le dijo que así sería. Le pide entonces que deje que lo acompañe su familiar en el trayecto. A lo que confirma positivamente el policía.

Todo esto fue registrado en una transmisión en vivo de Facebook. Carmona Gándara mira el teléfono que está transmitiendo y pregunta si todo ha quedado grabado. Una voz le comenta que sí. Entonces por fin sale del domicilio y lo rodean policías de Morelos, algunos están grabando con sus celulares. Los marinos se han mantenido a la expectativa todo el tiempo.

Los policías lo saludan y Uriel Carmona les regresa el saludo con un gesto y les pregunta “¿me conocen? Soy el fiscal, compañeros”. Los policías ríen incluso. Se encamina hacia la puerta del vehículo blindado en el que lo van a trasladar. La compuerta trasera está abierta y ya hay dos elementos policiacos dentro. El fiscal sube y luego baja, se quita el saco y les muestra a los policías que no va armado.

Sube y entra de nuevo al vehículo. La compuerta se cierra, todos comienzan a correr, se escuchan sirenas. El convoy avanza a toda velocida por la estrecha calle Copalhuacan, luego toma avenida Atlacomulco y finalmente desaparece. Dos patrullas de la CES abren paso, luego el vehículo blindado, enseguida una suburban con todos los vidrios polarizados, placas de la CdMx, ahí va el MP. Luego dos patrullas más y tres camionetas con infantes de Marina.

Todos los demás efectivos policiacos y militares se van retirando poco a poco. La circulación vehicular se reabre. Después de cuatro horas de tensión en la zona, las cosas parecen volver a la normalidad. Alrededor de las 16 horas se informó a través de redes sociales que Uriel Carmona fue trasladado de Cuernavaca a la Ciudad de México en un helicóptero de la Marina.