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El Camino de la Vida: Poder/y II

Breve Glosario de Terminología Política Ambigua y Eufemística, se propone abordar diversos términos políticos que se utilizan comúnmente y que no significan necesariamente lo que aluden

Por: J. Enrique Álvarez Alcántara, Visitas: 692

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Estimados lectores que siguen la columna El camino de la vida; ahora me propongo dar continuidad a la exposición de las formas que asume el ejercicio del poder en las relaciones humanas porque, sin duda alguna, tales formas de ejercerlo no son específicamente humanas. Ya diversos estudios de carácter etológico y, más específicamente, primatológico han mostrado convincentemente que el ejercicio del poder entre grupos de primates (Frans de Waal, La política de los chimpancés, 2022, Madrid: Alianza Editorial) expresa nítidamente relaciones de dominio/subordinación en las cuales algunos miembros del grupo regulan el comportamiento de los otros con respecto a cuestiones de privilegios relacionados con el acceso a los alimentos, a la actividad sexual y a imponer “castigo” o punición hacia los miembros del grupo que no se subordinan o que se insubordinan; también se ha podido observar y documentar el comportamiento de “engaño táctico” para “burlar” la “vigilancia” que instrumentan quienes ejercen el poder dentro del grupo y, más todavía, el ejercicio de una “política de alianzas” entre algunos miembros del grupo para “destituir” a quienes ejercen el dominio y, por así decirlo, “tomar el poder” del grupo mediante estrategias de rebelión violenta.

Bajo cierto nivel de análisis, ello es conveniente resaltarlo, las interpretaciones etológicas orientadas hacia la comprensión y explicación de tal comportamiento, en un sentido de “psicología animal no humana” precisan de manera muy clara y explícita que más que devenir de “pulsiones” intrínsecas a la naturaleza biológica impresa en la estructura genética de tales especies, dichas prácticas y comportamientos obedecen a condiciones favorecidas por la actividad gregaria y no puede considerarse como una opción satisfactoria que devenga de razones atribuibles a su naturaleza neurobiológica; ello quiere decir que dentro de la dinámica gregaria se favorecen ciertas formas de ejercer el poder y, a su vez, actitudes y conductas opuestas al actuar violento o agresivo a lo hora de ejercer el poder y tales dinámicas particulares permiten regular los inadmisibles –en caso de ser así— impulsos innatos agresivos.

Como podemos apreciar, recuperando la expresión de una canción de Juan Gabriel, “te pareces tanto a mí, que no puedes engañarme”, por ello es tan seductora la analogía que puede conducirnos, en tratándose de nosotros los seres humanos, a la asunción de que tampoco se encuentra impresa esta realidad de las formas que asume el ejercicio del poder dentro de nuestra naturaleza neurobiológica, la “naturaleza humana” o, como hubiera escrito el psicoanalista Erich Fromm, en “el corazón del hombre”.

En este sentido, habiendo expuesto un conjunto de premisas de partida para nuestra reflexión, hemos asumido que “el poder” es un hecho que existe y se manifiesta desde antes que hubiesen existido interpretaciones sobre el mismo o términos que lo refieran explícitamente.

Enseguida, se dijo que “el poder” es una cualidad observable y atribuible a ciertos seres que lo “poseen”, mientras que otros no lo tienen ni lo ejercen, por ello se subordinan a quienes disponen de él.

Luego, en virtud de que “el poder” es una capacidad, una habilidad o una competencia para realizar o lograr lo deseado, ésta le es dada —por un ser superior, “deidad” o “demiurgo” o, paradójicamente, por quienes asumen que es irrecusable la posesión del poder y, consecuentemente, aceptan dócilmente la atribución o creencia— y, desde luego, por ello mismo, le puede ser recusada, arrebatada al poseedor y cambiar, como cualidad, de lugar. 

Es claro que, bajo el supuesto precedente, “el poder” se torna irremediablemente en ese “oscuro, o claro, objeto del deseo”. Esta expresión implica necesariamente que en tanto cualidad que existe fuera del sujeto de la actividad, debe haber “seres deseantes”, independientemente del grado de consciencia que tengan de ello, que se proponen, que tienen la intención deliberada de que quien —o quienes— detentan “el poder” no dispongan de él o, todavía más, que el mismo pase a ser parte de sus cualidades. O quitárselo a quien lo tiene o tenerlo uno mismo. Es decir, que ejercer y poseer “el poder” es irrealizable sin la “actitud intencional”.

Más adelante se expresó que, bajo la lógica que hemos venido presentando, “el poder” puede funcionar como sustantivo o como verbo, como objeto referencial o como acción, como atributo de alguien o como ejercicio de alguien.

Hasta este momento restaría únicamente decir que “el poder” —sea verbo o sustantivo— no sólo es una cualidad que poseen algunas personas o individuos; asimismo, es necesario reconocer que éste puede ser colectivo o de grupo —trátese de clases o sectores sociales, géneros o especies—.

Hasta aquí parece que se sintetiza un primer nivel de análisis que sustenta las bases de una interpretación del “poder” y su ejercicio; ahora bien, debemos señalar que las formas que asume en las relaciones sociales de producción y reproducción de las condiciones materiales, ideales y culturales de existencia se expresa como maneras de materializarse en ambos niveles de expresión —sustantiva o verbal—; refiramos ahora, a guisa de ejemplares, el “poder político” y el “poder económico”; sin duda, desde los orígenes de estas formas de poder, se hallan imbricados de modo tal que el uno sin el otro son irrealizables, el primero, hasta nuestros días, se ha subordinado al segundo, de esta manera, el primero ha diseñado, confeccionado e instrumentado otra forma de poder que se materializó como “poder jurídico” o legislativo que permite el ejercicio de otra forma de “poder” definida como el “poder judicial” o “policial y militar” que favorecen el uso de la “violencia institucional” coercitiva, represiva y punitiva que asegura la persistencia en el tiempo de las relaciones de dominio/subordinación y del sostenimiento de la condiciones económicas, políticas y jurídicas que favorecen a quienes detentan tales poderes.

Esta tetrápode es la base fundamental del sostenimiento del capitalismo como Modo de Producción, en todas sus fases, pero no únicamente de éste, desde el esclavismo, pasando por el feudalismo e incluyendo el así denominado Modo Asiático de Producción, o los modelos de desarrollo prehispánicos, parece ser la base que les sostiene.

No puedo omitir aquí uno que atraviesa la historia de nuestra humanidad y que ahora se encuentra en tela de juicio debido a su progresiva visibilización y las funestas consecuencias que ha acarreado y acarrea para más de la mitad de la población que compone nuestra especie humana; refiero el “poder patriarcal” que se decanta en las diversas formas de un “machismo” excluyente y segregacionista del género femenino —léase las mujeres— que ahora lucha clara y decididamente mediante diversa expresiones de feminismo militante en aras de acabar con esta suerte de “poder”. De la misma manera podemos incluir aquí el “poder religioso” que bajo su lógica excluye y sojuzga a quienes pertenecen a los grupos de mujeres —acepten o no tales costumbres— bajo supuestos de fe o creencia en las formas de “poder teocrático” que gobierna ciertas regiones de nuestro planeta. Asimismo, bajo el supuesto de algunos “usos y costumbres” comunitarios se ejercen acciones de exclusión, sometimiento, represión o cosificación de las mujeres pertenecientes a dichas comunidades.

Esta forma de ejercer el poder, junto con las precedentes, debiera ser eliminadas de nuestra existencia dado que no puede ser reducida a la tetrápode inicial y tiende a configurar una representación pentagonal del “ejercicio del poder”.

Pudiéramos adicionar ciertas formas de “ejercer el poder” que se expresan mediante el imperialismo, el racismo, el apartheid o el sionismo, empero ello haría más extenso este ensayo y no haría más que ejemplificar la base esencial que muestro a través de la imagen pentagonal de las formas de “ejercer el poder”.

 

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